Covid-19 y los adolescentes
La pandemia COVID-19 se deriva del virus SARS-CoV-2, siendo descubierto en diciembre de 2019 en Wuhan, China. Las personas que padecían dicha enfermedad presentaban síntomas similares a una neumonía, tales como fiebre, tos, disnea, fatiga y dolor muscular. En enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la enfermedad por COVID-19 como una emergencia de salud pública de importancia internacional.1
A lo largo de los últimos años y, en especial, desde el inicio de la pandemia por COVID-19 en 2020, la salud mental de los niños y adolescentes en España se ha deteriorado. Antes de la pandemia ya se estimaba que en torno al 10% de los niños y al 20% de los adolescentes sufría trastornos mentales, con consecuencias que se pueden prolongar a lo largo de toda su vida. Actualmente, vemos más casos en los adolescentes de ansiedad, síntomas depresivos, autolesiones y conductas suicidas.2
Por un lado, el cierre de las instalaciones docentes debido al confinamiento ha tenido grandes consecuencias en los jóvenes y en su salud mental. Este hecho ha causado que la docencia se haya tenido que digitalizar, pasando a ser online, estudiantes de universidad, institutos e incluso niños de educación.2 Y esto, según el estudio realizado por Save the Children, ha reflejado que para todos ellos ha sido una complicación para el correcto aprendizaje.3
Los centros educativos eran, para muchos, uno de los únicos lugares donde se podían relacionar con los demás según los resultados de ciertos estudios realizados a niños y niñas. Debido al confinamiento, no veían a sus amigos o compañeros y han mostrado que la mayoría se sentían menos felices y más preocupados.3 Por lo tanto, las relaciones de comunicación de niños y adolescentes han cambiado tras la pandemia, ya que la única forma de comunicarse ha sido a través de las tecnologías.4
Esto ha creado nuevos hábitos que han afectado a las relaciones interpersonales, siendo cada vez más digitalizadas, creando además dependencia a estas tecnologías. Esto perjudica la salud mental de los jóvenes, dificultando sus relaciones y su integración en la sociedad, incluso creándose posibles trastornos sociales.4
"Por otro lado, los servicios de urgencias pediátricas (SUP) y los centros de atención primaria observaron, en los primeros meses de la pandemia, una disminución importante (entre el 30 y el 40%) del volumen asistencial global. Pero a esta primera fase le siguió un incremento de hasta un 47% en los trastornos de salud mental de los niños, y hasta un 59% en los comportamientos suicidas, comparando con los datos de 2019. Posteriormente, en el año 2020, en España, se ha duplicado los datos de suicidio de niños menores; 14 niños menores de 15 años. Incluso, el suicidio se considera la segunda causa de fallecimiento (superada solo por los tumores malignos) entre los jóvenes de 15 a 29 años”.5
"En estudios realizados por diversas ONG (UNICEF, Fundación ANAR o Save the Children) se han podido reflejar las consecuencias de esta pandemia. Se estima que los trastornos de ansiedad o depresivos casi se han cuadruplicado, así como el diagnóstico de trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y otros trastornos de conducta".5 Además, debido a la preocupación por la infección por el SARS-COV-2, en muchos pacientes pediátricos se ha aumentado la sintomatología psicosomática, incluso se ha visto un aumento de la frecuencia de trastornos de la conducta alimentaria siendo incluso más graves que antes de la pandemia.5
Otro factor que ha afectado enormemente a la salud mental de los jóvenes son los abusos, tanto físicos como psicológicos, que han sufrido en sus hogares. Se ha demostrado que han aumentado los niveles de violencia intrafamiliar. Esto repercute muy negativamente en la salud mental de estos niños, haciendo que disminuya su bienestar psicológico y social, son más propensos a tener baja autoestima, e incluso aumentan los casos de depresión y ansiedad.3
A continuación, hemos realizado una encuesta de 16 preguntas dirigida a gente joven (138 respuestas), en la que cada pregunta se puntúa del 1 (totalmente en desacuerdo) al 5 (totalmente de acuerdo). Tras recibir las respuestas de los jóvenes, sacamos las siguientes conclusiones:
- Una gran parte de la población joven de nuestro entorno considera que sus relaciones interpersonales y su convivencia con los demás no han empeorado desde la pandemia, sin embargo, otras personas sí que han notado alteraciones desde entonces. No obstante, la inmensa mayoría afirma que sus relaciones de convivencia en casa se mantienen estables.
- La pandemia no ha afectado en gran medida en la rutina de cada individuo (ejercicio, hobbies, alimentación); sin embargo, ciertas personas han visto alterados la calidad del sueño y su capacidad de concentración.
- Gran número de jóvenes experimentaron ansiedad durante la pandemia, y aseguran haber empeorado su estado de ánimo desde entonces; algunos afirman que este hecho pudo afectar en sus planes de futuro.
- En cuanto a la capacidad de relacionarse, la mayoría de los jóvenes no presentan ninguna dificultad añadida desde la pandemia para establecer nuevas relaciones (amistosas o amorosas); aunque algunos afirman que a veces se sienten más cómodos sin salir de casa desde entonces.
Enlace de la encuesta: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSc7KxVLkKVNOayPVTsM4LvKgCyJtbRdjjzQ5OoWLf4n47BeJQ/viewform?usp=sf_link
El trabajo de enfermería juega un papel muy importante, debido a que en numerosas ocasiones son estos profesionales los capaces de identificar a aquellas personas que requieran ayuda.
Recomendaciones generales:
- Preguntarle sobre sus inquietudes respecto a la situación que está viviendo va a conseguir disipar cierta ansiedad. No obstante, no debemos presionarlo; hablar en otro momento si se muestra reticente y asegurarnos que el COVID-19 no se convierta en el monotema familiar.
- Realizar una escucha activa, ya que muchas veces, en la adolescencia, la indiferencia es un resultado de una situación que no se sabe cómo afrontar. Por eso, es importante estar atento a su forma de expresarse y reconocer los pequeños gestos de afecto.
- Ser un modelo a seguir, tanto en las acciones dentro de casa como fuera de ella. Esto quiere decir que debemos identificar y expresar nuestras emociones, siempre de forma adecuada para que él también lo haga.
- Poner un límite y no abusar de las tecnologías ya que en estas edades es cuando el adolescente está aprendiendo a controlarse y su cerebro se está desarrollando.
- Estar atento para pedir ayuda en caso de que existan: descompensaciones de patología mental previa; verbalización de intento suicida o muerte; o bien agresiones físicas a sí mismo o a otras personas.
- Escúchate a tí mismo. Atiende a tus emociones y exprésalas.
- Si tienes preocupaciones no dudes en pedir ayuda tanto a tus familiares como a tu médico, ellos sabrán cómo ayudarte. En caso de que la situación en casa sea muy grave, puedes llamar al 112 en todo momento.6
Autores:
- Tatiana Kostiuk.
- Kateryna Kabarzhenko Hasymov.
- Ángel Monton Abril.
- Rita Alegría del Pino Novo.
- María Inmaculada García Suárez.
- Ana Cuevas Fuentes.
- Jasmina Kobeissi Kammouni.
Bibliografía:
1. Organización Mundial de la Salud (OMS). 2020. «Información básica sobre la COVID-19». Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/questions-and-answers/item/coronavirus-disease-covid-19.
2. Buitrago Ramírez, F. et al. (2021) Repercusiones de la pandemia de la covid-19 en la salud mental de la población general. reflexiones y propuestas, Atención Primaria. Elsevier. Disponible en:
3. Ritz D., et al. 2020. The Hidden Impact of COVID-19 on Child Protection and Wellbeing. London, Save the Children International. Disponible en: https://resourcecentre.savethechildren.net/pdf/the_hidden_impact_of_covid-19_on_child_protection_and_wellbeing.pdf/
4. Medina Gamero A., Regalado Chamorro M. 2021. Phubbing: El otro rostro de la Covid-19. Elsevier, 47 (6). Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-phubbing-el-otro-rostro-covid-19-S1138359321001337
5. Mancebo, S. (2022). La pandemia ha provocado un aumento de hasta el 47% en los trastornos de salud mental de los menores. Asociación Española de Pediatría. Disponible en:
https://www.aeped.es/sites/default/files/20220407_np_salud_mental_infancia_y_adolescencia.pdf
6. Sociedad española de medicina de la adolescencia. (s. f.). Recomendaciones para adolescentes y padres de adolescentes durante el COVID19. Recuperado 2 de noviembre de 2022, de https://www2.cruzroja.es/documents/5640665/13612736/Recomendaciones+para+adolescentes+y+padres+de+adolescentes+durante+el+COID19+2020++SEMA.pdf/1b25a751-2b1d-828c-8cfd-183c366735bb?version=1.0&t=1613724757293&download=true
El COVID es un tema bastante reciente, y en realidad actual, que hemos vivido todos. Yo como adolescente que vivió el confinamiento en segundo bachillerato podría confirmar todo lo que se habla en esta publicación, ya que afectó bastante a mi salud mental. Era un año muy difícil en el que la salud mental ya se ve bastante comprometida debido a la dificultad del curso y la presión de tener que llegar a una nota para poder estudiar lo que llevas soñando mucho tiempo.
ResponderEliminarFue muy difícil para todos y más con la incertidumbre de no saber que iba a pasar y la ansiedad que eso nos causaba a muchos. Había que seguir estudiando incluso viendo cómo moría personas e incluso familia y casi sin explicación ninguna, de un día a otro.
Todo esto creo que afecto a la población en general, causando muchos daño a nuestra salud mental y por suerte es algo que parece que está acabando o al menos se está atenuando y con la esperanza de que todos los problemas que causó vayan mejorando también.
GRUPO B1.1
Hemos elegido esta entrada al blog porque nos parece además de un tema muy interesante, un tema bastante actual y en el cual muchos de nosotros nos podemos llegar a ver reflejados
ResponderEliminarAludiendo a lo último mencionado, muchos de nosotros hemos vivido situaciones similares a las nombradas en dicha entrada del blog. Un ejemplo de ello fue el primer año de la carrera, en el cual no teníamos clases de forma presencial y los lugares de ocio, hostelería cerraba a muy temprano, no facilitando el conocer gente. Pudiendo ser una situación complicada para muchos, el estar en una ciudad “nueva” sin un grupo de amistades.
Continuando, otro factor que ha influido en la salud mental de muchos adolescentes, es la preocupación a la infección. Por la cual muchos adolescentes han prescindido de mantener contacto social y de hacer distintos planes, ya no solo por el miedo de contraer el virus, sino también por transmitirlo a sus familiares. En mi pensamiento, siendo este último un factor de los que más ha podido influir sobre la salud mental de los adolescentes.
Por último, nuestro papel, el de enfermería, pienso que es el más importante a la hora de intervenir para prevenir que vaya a más cualquier comienzo de trastorno mental, facilitando una ayuda psicológica si es necesario o dándole información sobre la situación y cómo afrontarla.
Lidia Priego Salas GRUPO A2.1
El Covid-19 no solo afectó a nuestra salud física, sino que también desencadenó una ola de trastornos y problemas mentales, repercutiendo en gran medida en nuestro más jóvenes que vieron mermadas gran partes de sus interacciones sociales, a pesar de que hoy en día disponemos de las redes sociales que para muchos resultó ser una vía de escape.
ResponderEliminarSin embargo, para aquellos jóvenes que se encontraban en una situación de vulnerabilidad en la que los centros escolares eran su lugar seguro y de desconexión, pasaron a estar 24h atrapados en sus hogares sin ninguna alternativa que les permitiera evadirse de la realidad en la que vivían y de la que en muchos casos las personas de su alrededor desconocían, sin poder hacer nada al respecto para cambiar dicha situación.
Además, los estragos que provocó el Covid a nivel laboral y económico en muchas familias, por ejemplo, dedicas al sector hostelero, generó un estado de preocupación e intranquilidad que en muchos casos se extrapolaba a los hijos que veían los estragos por lo que estaba pasando su familia sintiéndose impotentes al no poder hacer nada al respecto.
A todo esto, hay que sumarle la angustia y la ansiedad que genera un futuro incierto y el hecho de estar continuamente escuchando noticias desoladoras que en gran parte de la ocasiones implicaban directamente al núcleo familiar , pretendiendo tener que continuar con la formación escolar y las exigencias del nivel académico en el que se encontraban a pesar de las dificultades del momento.
Cabe destacar también la cantidad de eventos importantes que muchos jóvenes se perdieron y que ya no podrán recuperar y experimentar como graduaciones, viajes de fin de estudios, despedidas de compañeros de clase, así como la convivencia diaria que esos meses dejaron de vivir.
Todas estas vivencias no solo se limitan al periodo del confinamiento, sino que para muchos el regreso progresivo a la realidad fue aún más estresante, tanto por el miedo al contagio como la perdida de habilidades sociales.
Los problemas mentales que se ocasionaron a raíz de la pandemia siguen hoy en día presentes en nuestra sociedad, por lo que es necesario identificarlos y tratarlos para evitar su cronificación y su empeoramiento en los años venideros, debemos de cuidar de los jóvenes ya que son una pieza fundamental para nuestro futuro.
Elena Aguilar Béjar Grupo B1.2.
Sabemos de primera mano cómo la etapa del covid marcó nuestra vida como estudiante. Fueron tantas las opiniones y conspiraciones acerca del virus que para muchos provocó desestabilidad mental. Una época en la que nos debíamos quedar en casa y cortar relaciones interpersonales fue a la que se enfrentaron los jóvenes, desde la escuela hasta los universitarios.
ResponderEliminarComo bien se comenta en el blog, numerosas secuelas y trastornos mentales llegaron para hacerse un hueco en la actualidad. No es que antes no existieran, pues la depresión y ansiedad siempre han sido las más frecuentadas, sino que a partir de este momento se fue verbalizando más la existencia de los mismos. Los jóvenes ya no tenemos miedo a saber, afrontar y pedir ayuda en las cosas no tan buenas que la vida nos presenta y somos un claro ejemplo de que sin la cooperación de todos los profesionales y personas queridas que existen alrededor nuestra no podemos gozar de una plena salud mental.
La estigmatización y las falsas creencias sobre la ayuda psicológica cada vez es menor, puesto que muchos jóvenes con la ayuda de sus padres o no, se preocupan por su estado psicológico para rendir en los demás aspectos de la vida; estudios, trabajo, relaciones sociales...
Como adolescente que vivió esta etapa, considero que fue muy difícil superarse y motivarse día a día, puesto que se llega a un punto en el que no le ves sentido a la vida, todos los días eran iguales y las noticias en la televisión solo hacían que la mentalidad fuera negativa. Sin embargo, en mi caso, el deporte fue una motivación y vía de escape en la que pude conseguir la energía suficiente para afrontar lo que se venía después de la cuarentena. Por último, quiero destacar el tiempo que tuvimos para autoconocernos y pasar tiempo con nosotros mismos que, a veces, es muy complicado.
Cristina Medina Padilla Grupo A3.2
La pandemia Covid-19, tema que en la actualidad sigue resonando en nuestras cabezas de forma inevitable debido al preocupante impacto que tuvo en cada una de nuestras vidas y en las distintas esferas existentes, desde nuestro bienestar emocional individual hasta en nuestras relaciones interpersonales, especialmente en la población más joven.
ResponderEliminarLa transición de la educación como conocíamos hasta hoy día nos cambió por completo con el cierre de las instituciones y la implantación de la educación vía “on-line” sumado a las restricciones, propiciando la falta de interacciones sociales regulares con nuestros amigos e incluso con nuestros familiares, lo que llevo a un deterioro de la salud mental. A muchos de nosotros, estudiantes, nos pilló en el ultimo año de bachillerato o de grado, lo que dificultaba los momentos de relax, muy necesarios debido al nivel de presión de ese año. Sumándole la incertidumbre que había sobre nuestro futuro y como, en nuestro caso repercutiría en lo que sería nuestra futura profesión, la enfermería.
Otro aspecto que nos resulta muy alarmante es el número de suicidios entre jóvenes, cada vez más, se escuchan en las noticias nuevos casos de suicidio, de niños cada vez mas jóvenes, lo que debería hacernos reflexionar acerca de la importancia de escuchar a los nuestros y buscar ayuda.
También nos ha llamado la atención el hecho de que disminuyese la asistencia global a causa del miedo de contagio en los primeros meses y sin embargo en muchos otros pacientes, por dicha causa aumentase la sintomatología psicosomática, una prueba más de que no solo debemos cuidarnos a nivel físico sino también sacar tiempo para cuidarnos en el ámbito mental.
Por último, nos gustaría destacar el papel tan importante que ejerció la enfermera durante la pandemia y que hoy en día sigue teniendo. Las claves mencionadas por los compañeros son de gran importancia, ya que como futuras enfermeras debemos saber abarcar no solo lo físico sino también lo mental. Debemos prestarnos a nuestros pacientes y saber escuchar pese a que el tiempo sea a veces un rival.
En nuestro grupo, este blog nos ha parecido de lo más interesante, nos ha interesado en especial ya que la mayoría de nosotros pasamos nuestros últimos años de adolescencia junto al COVID-19.
ResponderEliminarTodos estamos de acuerdo con la repercusión negativa que tuvo en nuestra salud mental el confinamiento y el COVID 19, el miedo a que algún familiar de riesgo pudiera cogerlo o no poder ver a nuestros amigos y a nuestros familiares.
Los meses de confinamiento fueron duros para todos pero concretamente los niños y adolescentes son los que mayor repercusión tuvieron. Tal y como se comenta en el blog muchos niños tenían la escuela como un método de desahogo de los problemas familiares. El confinamiento conllevó al aumento de ansiedad y depresión aumentan así la tasa de suicidio, este es un gran problema de nuestra sociedad y al que creemos que aún no se le da la importancia que merece. Es preocupante que sea la primera causa de muerte no natural entre los jóvenes, pero que siga siendo un tema tabú del cual la mayoría de gente lo toma como una llamada de atención.
Otro tema que nos ha llamado la atención es la dificultad para el correcto aprendizaje debido a la digitalización de los estudios. En esto nosotros estamos de acuerdo ya que se nos hacía mucho más complicado prestar atención o ponernos a estudiar durante este tiempo. Cada día son más los estudios que hablan del retraso en el desarrollo del aprendizaje y del habla en los bebés a los que se les proporciona un móvil desde muy pequeños para entretenerlos.
Hemos elegido esta entrada para hacer uno de nuestros comentarios porque es un tema que, aún a día de hoy, sigue siendo un tema de gran interés, y del que podemos opinar fácilmente ya que, al fin y al cabo, es una situación por la que hemos pasado todos.
ResponderEliminarDesde nuestro punto de vista el tema de establecer amistades con los compañeros de clase es un punto fundamental en la salud mental, sobre todo de niños y adolescentes. A estas edades el grupo de referencia está compuesto mayoritariamente por “sus iguales” y presentan una necesidad de relacionarse que, quizás, hasta entonces no habían desarrollado. Es por eso que, si bien es cierto que muchos refieren no haber notado empeoramiento en sus relaciones interpersonales, el confinamiento tuvo y sigue teniendo graves consecuencias en ciertos grupos etarios. Pensamos que la entrevista está dirigida a personas que tendrán una cierta edad puesto que hay que rellenarla a través de un dispositivo, hay que saber leer, para contestar adecuadamente hay que tener un cierto nivel de base de estudios… Entonces, en realidad, los resultados de la entrevista son de personas que ya tenían un grupo de amigos antes del confinamiento y que, seguramente, tienen los recursos necesarios para mantener el contacto. Pero en realidad, aunque tuviéramos nuestros amigos de antes del confinamiento, hacer nuevas amistades durante y después de este período fue algo tedioso para muchas personas.
Por ejemplo, dado a diferencias de edad dentro del grupo, no a todos nos pilló en el mismo nivel de estudios. Por una parte, a la gran mayoría de nosotros nos pilló en 1º de Bachillerato. Era el primer curso de un nuevo ciclo y a muchos nos cambiaban de clase y coincidimos con personas que no habíamos conocido nunca. Lo cierto es que el confinamiento fue un gran obstáculo para crear esas nuevas amistades ya que a mitad de curso abandonamos las aulas y no volverías hasta ya empezado el curso siguiente de forma parcial. Por otro lado, hay personas que se encontraban en 1º de grado y para estas fue incluso más complicado porque se encontraban en ciudades nuevas y sin poder establecer amistades óptimamente.
Asimismo, es importante destacar la gran labor de búsqueda así como el hecho de haber realizado una encuesta para extrapolar datos directamente ellos, del grupo que haya realizado esta entrada al blog. Y, además del tema amistades, algo que nos ha parecido muy importante también es el hecho de que hagan visible el aumento de la violencia doméstica durante el confinamiento. Al final y con tiempo, quizás con cierta ayuda, conseguiremos crear nuevas relaciones y amistades, pero el infierno que han sufrido algunas personas sin tener la posibilidad de escaparse de casa ni siquiera un par de horas es inimaginable…
Por último, agradecer a los autores de la entrada, de nuevo, el dar visibilidad a problemas que, quizás, hayan quedado más ocultos con respecto al confinamiento; así como el haber hablado de la importancia de enfermería en la detección de posibles secuelas de la pandemia.