ENTREVISTA A ENFERMERA ESPECIALISTA EN SALUD MENTAL

JUSTIFICACIÓN

La Enfermera especialista en Salud Mental es una de las grandes desconocidas dentro de las opciones del EIR. Es por esto, que nuestro trabajo consiste en una entrevista a una enfermera con dicha especialidad. 

 

Laura terminó la carrera en 2016, desde entonces ha estado trabajando dentro de quirófano. Sin embargo, tras realizar el EIR consiguió una plaza en salud mental y desde julio del año pasado está realizando esta especialidad. Actualmente se encuentra rotando por el ETIC, equipo de tratamiento intensivo. 

 



ENTREVISTA

Personal

¿Qué te hizo decantarte por la especialidad de salud mental? 

Esta especialidad no era mi primera opción. Algunas personas sí que lo tienen claro y la eligen desde el principio, aunque de forma general parece que le tienen miedo.

A pesar de esto, la coloqué en 2º lugar, porque, aunque no trabajase en el área de Salud Mental, todo lo que aprendiese me iba a servir para cualquier servicio. Además, en esta decisión también influyó el hecho de que tiene una bolsa específica, lo cual es un “plus”.

 

¿Cómo de estrecho es el vínculo que creas con tus pacientes? 

Para esta pregunta no hay una respuesta concreta, ya que en esto influyen muchos factores como: el servicio, el tiempo que esté yo en ese servicio, el tiempo y la frecuencia con la que vea al paciente. 

Además, también influyen las características de la propia persona, a lo mejor hay personas con las que empatizas más o que te recuerdan a alguna persona de tu entorno y otras que te generan más rechazo. Sin embargo, siempre suele acabar siendo una buena relación.

 

¿Cómo afecta tu trabajo a tu vida diaria? 

En general yo desconecto mucho y no suelo llevarme el trabajo a casa, pero esto es algo personal. A lo mejor hay otros profesionales que por su personalidad les cuesta mucho evitarlo, este no es mi caso. 

Sin embargo, el hecho de encontrarme a pacientes por la calle sí que me ha influido, ya no los ves igual que antes de hacer la especialidad. Sobre todo ahora, que estoy rotando con el equipo de tratamiento intensivo comunitario y el perfil de pacientes con los que trabajo son más desfavorecidos. Antes, cuando los veía por la calle por ejemplo gritando no lo veía como lo veo ahora. 

 

¿Consideras que el burnout perjudica la calidad asistencial que prestas a tus pacientes?

Claramente sí. Los profesionales también somos personas y tenemos problemas en nuestro día a día, sin embargo, tenemos ese trabajo extra de tener que separarlos de nuestra vida profesional.

Esto a veces cuesta y llega a ser imposible, porque si los problemas o dificultades están en el propio trabajo: falta de personal, de recursos, exceso de pacientes…es difícil controlarlo. Cuando un turno está completo y con gente competente se nota y sale adelante con éxito. 

Los pacientes no dejan de ser personas que se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor y una de esas cosas que perciben es tu estado de ánimo, el cual también les influye a ellos. 

 

Destaca alguna experiencia profesional, tanto negativa como positiva, que te haya marcado a lo largo de tu trayectoria. 

La experiencia positiva, ver a un paciente que entra muy mal a la unidad de agudos, y cuando lo ves en comunitaria ha cambiado por completo. Me acuerdo de un chico que debutó con un primer episodio psicótico con una historia familiar importante, el padre vive en una furgoneta y es alcohólico, la madre toxicómana que no quiere saber nada de él. El muchacho con 20 años también hacía uso de tóxicos, entró muy mal y triste y cuando lo vi de nuevo por otro centro de salud, me dio mucha alegría verlo porque lo vi muy bien, ya no fumaba porros, y ese cambio te genera alegría.

La experiencia negativa, sobre todo cuando hay episodios de mucha agitación, y los pacientes están muy mal y hay que contenerlos, o ponerle un inyectable en contra de su voluntad, eso es duro.

 

Consejos

¿Qué 3 competencias consideras más importantes en un(a) enfermer@ especialista en salud mental? 

Bajo mi punto de vista: paciencia, dotes en comunicación no verbal y que sepa trabajar en equipo.

 

¿Qué recomendarías para mantener una buena salud mental en el trabajo?

Recomendaría terapia y rodearse de personas que te aporten cosas positivas y que te ayuden cuando lo necesites.

 

Práctica clínica

¿Cuáles son los 2 diagnósticos más frecuentes?  

En agudos los más frecuentes son trastorno psicótico por consumo de tóxicos y los intentos autolíticos, y en crónicos destaca mucho la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Aunque también son muy comunes los trastornos de ansiedad y depresivos, pero no se consideran trastornos mentales graves.

  

 ¿Qué situaciones consideras más difíciles de abordar en tu profesión? 

Cuando el paciente está más agresivo y agitado y no quiere colaborar, el hecho de tener que obligar a una persona y por tanto quitarle su libertad. 

 

¿Qué le dirías a una persona a la que acaban de diagnosticar alguna enfermedad de salud mental? 

Decir que no se preocupe, que todo va a salir bien o que hay más gente como él no es algo que suela funcionar, por tanto, tendría contacto y le diría que hay muchos recursos farmacológicos o no farmacológicos que le pueden ayudar a mantener una vida totalmente normal y sana.

 

¿Cuál es el protocolo a seguir en una primera consulta?

Las primeras consultas suelen durar una hora, realizando preguntas para poder conocer un poco más al paciente y su situación actual (tanto a nivel social y económico como orgánico). Nos solemos interesar también por las demandas y expectativas de los pacientes, permitiéndoles expresar qué es lo que esperan conseguir con estas consultas y cómo cree que podríamos ayudarles. 

 

Dependiendo del caso, trataremos de profundizar en la vida del paciente. Si se trata de consultas de seguimiento lo veremos más o menos a menudo dependiendo de la gravedad.

 

Al final lo más importante es conseguir crear un vínculo de confianza con la persona y que se sientan cómodos, ya que la adherencia al tratamiento está muy condicionada por ello y es uno de nuestros principales objetivos. 

  

¿En qué casos piensas que está más indicada una terapia grupal frente a una individual?

Depende mucho de lo que demande el paciente. Normalmente si se trata de un problema común o que sufren también otras personas sería buena idea intentar una terapia grupal, o si por el contrario es un problema más personal o específico, habría que tratarlo individualmente. 

 

Somos nosotros los que tenemos que valorar cuál sería la mejor terapia para cada persona, ya que también depende de la personalidad y de si funciona o no en un grupo. 

 

¿Qué grupo etario predomina en las visitas a consulta de salud mental?

El grupo de edad más predominante diría que está entre los 35 y los 55. 

 

¿Qué tipo de actividades terapéuticas llevas a cabo con tus pacientes? Menciona algunas.

Algunas intervenciones terapéuticas serían por ejemplo las visitas a domicilios y todas las actividades que pueden englobar el acompañamiento: si necesitan ayuda para hacer la compra… cualquier chorrada para nosotras que para ellos es un mundo. Ahí estaríamos interviniendo, dándole recursos para que sea más fácil su vida diaria y ayudándoles a que se hagan más autónomos.

Cuando estamos en agudos, simplemente jugar con ellos a algún juego de mesa o entablar una conversación para que se desahoguen… También se ven las necesidades que tienen o lo que les preocupa.

En consulta destaca la escucha activa, el apoyo emocional, el aseguramiento de la adherencia terapéutica…

 

Pacientes

¿Piensas que las enfermedades mentales siguen estando estigmatizadas en la sociedad actual? 

Sí, aunque ahora que está de moda y parece que está más normalizado todo, pero cuando escarbas un poquito no, incluso de los propios profesionales, no hace falta que hables con alguien que no tiene estudios o que no está en el ámbito sanitario.

 

¿Se debe implicar a la familia en el tratamiento de un paciente de SM si este lo necesita, pero no quiere?

Sí, la familia es el círculo de apoyo de la persona, hay que implicarla en todo, incluido el tratamiento farmacológico, sobre todo si la persona no se lo quiere tomar. 

También digo que obligar a una persona a tomar la medicación no se puede… no se le puede atar a una cama todos los días para pinchar la medicación. Y ahí está el problema muchas veces de enfrentamiento de la familia con la persona, y las descompensaciones evidentes porque no se toma el tratamiento y recae.

Por esto hay que implicarles en ayudarnos a nosotros y a la persona en la adherencia al tratamiento.

 

¿Cómo acceden los pacientes a las consultas de enfermería de SM? ¿Derivados por el médico o por demanda propia?

Tiene que ser derivado por su médico de cabecera a salud mental, se le asigna un psiquiatra y depende de las necesidades que tenga el paciente se le asigna enfermero. 


AUTORES:

Lucía Aranda Grande
Cristina María Camúñez Rodríguez
Marta Cánovas Solís
Claudia Codina Díaz
Cristina Fernández Aguilera
Olga Fernández-Castanys Sánchez
Lorena Fernández Cordero
Gema Galán Martos
Paola García Céspedes
Eugenia García Murillo
Marta Gaspar Luque
María Gaspar Luque 
Sara Largo Santamaría
Andrea López Castillejo 

Comentarios

  1. Considero esta entrevista bastante útil para ver rasgos importantes del día a día en enfermería de salud mental. Las preguntas realizadas van a puntos muy concretos como puede ser la repercusión en su vida personal o consejos que daría.

    Laura ha explicado bastante bien estas cuestiones que muchos de nosotros podemos plantearnos, como el burnout que puede surgir del exceso de pacientes, la manera de acceder a estas consultas de enfermería, información desde su experiencia como profesional, los estigmas que siguen existiendo y la participación familiar, entre otras cosas.

    Como futura enfermera pienso que ser especialista en salud mental es difícil si no sabes separar tu vida personal de la laboral, como bien dice Laura. Se requiere además de una personalidad fuerte, paciente y segura entre otras cosas.

    En resumen, esta entrevista nos sirve para conocer experiencias y puntos de vista de enfermeros que trabajan en salud mental, aportando además consejos e información relevante y de calidad respecto a este servicio.

    Grupo A1.1

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  2. En esta entrada se resaltan algunos aspectos que llaman mucho la atención. Pero, antes que nada, hay que admitir que es muy interesante conocer cómo es trabajar como enfermera especializada en salud mental desde un punto de vista de una persona con una experiencia previa en este ámbito.

    En primer lugar, el burnout es un hecho que aparece muy frecuentemente entre profesionales que se dedican al mundo de la enfermería. En relación con lo que ha comentado Laura, además de enfermeras, se trata de personas que tienen una vida privada, la cual conlleva una serie de factores externos e internos que generan cierto malestar y dificultan mantener una actitud serena en numerosas circunstancias. Además, estas personas trabajan en un entorno que supone de por sí una alta carga de emociones, que es imprescindible saber controlar para prestar una atención de calidad al resto de pacientes. La separación entre lo que sucede en el trabajo y lo que sucede en el hogar es una cuestión muy difícil de lograr, pero ¿cómo se puede sacar el máximo potencial para conseguirlo? En muchas situaciones resulta imposible, ciertamente, pero quizás no sucedería si desde edades tempranas se dejara apartado el estigma y se orientase el enfoque educativo en enseñar cómo gestionar mejor las emociones de cada individuo.

    En segundo lugar, esas vivencias personales que se han reflejado en esta gran entrevista, en concreto las negativas, es al final una situación que se ve con cierta frecuencia entre profesionales sanitarios. Entramos en un tema delicado, pues ¿hasta qué punto se consigue aplicar un tratamiento justo entre lo que vive una enfermera que quiere sanar, y un paciente que considera esa administración de medicación una tortura? Especialmente, cuando se abarca el campo de la salud mental, estos conflictos éticos entran mucho en juego en las situaciones que los profesionales sanitarios viven de forma repetitiva. Sin embargo, como bien ha comentado Laura, resulta al final una experiencia que deja un impacto negativo en el profesional.

    Ya para finalizar, sería conveniente citar un último aspecto. Los pacientes que se tratan en el campo de la salud mental suelen sufrir un anhelo por sentirse comprendidos o acompañados, independientemente del contexto en el que se encuadre este sentimiento. Para una persona adulta de 46 años, madre divorciada con un hijo de 13 años, por ejemplo, el deseo de encontrar a alguien que logre comprender y sentir, en mayor o menor medida, sus circunstancias es algo que tiene un importante impacto en el progreso del paciente. El personal sanitario, en este sentido, debe comprometerse con la persona a cuidar los pequeños detalles, como podría ser, según lo citado en esta entrada, ir a hacer la compra, mismamente. De esta manera, ya no es solo escuchar un "entiendo cómo te puedes estar sintiendo", sino que la persona a la que se aplica un plan de cuidados sienta que, ciertamente, el profesional sanitario empatiza y ayuda a la misma con lo que es crucial para ella y, por consiguiente, facilitar el progreso hacia una mejora de la salud.

    Grupo A.1.2

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  3. En primer lugar, agradecer esta entrada en el blog por visibilizar la importancia de la enfermera especialista en salud mental. A pesar de no ser la más demandada, considero ésta especialidad esencial en la práctica clínica cuando nos encontramos en el ámbito de la salud mental, pero, a la vez, considero que podría servir en muchas otras situaciones.

    La entrevista a Laura muestra la gran labor que realizan los profesionales dedicados a ello. Se trata de un campo de la profesión en la que hay que disponer de unas competencias asistenciales, las cuales hay que trabajar y mejorar con la práctica y la experiencia.

    Por un lado, me gustaría destacar su respuesta a cómo afecta su trabajo a su vida diaria, ya que muchas veces, durante la relación enfermera-paciente, se crean fuertes vínculos afectivos. Sin embargo, es fundamental y necesario, como ella destaca, desconectar del trabajo para mantener tu salud emocional y física. Esto último muchas veces se dificulta ya que desgraciadamente nos encontramos ante un gran número de profesionales afectados por el efecto del burnout.

    Por otro lado, muchos de estos pacientes no solo tienen que lidiar con las limitaciones de la propia enfermedad mental, sino que también con el estigma social que existe sobre estos enfermos. Es cierto que la sociedad cada vez tiene más conocimientos sobre la salud mental, sin embargo, si profundizamos, los prejuicios siguen presente en muchos, produciéndose la exclusión social de estos pacientes. En muchas ocasiones, son los propios familiares quienes tienen este pensamiento, dificultando la recuperación debido al papel tan importante que tienen sobre el proceso asistencial del paciente y su adherencia al tratamiento.

    Además, agradezco la información sobre cómo acceder a la unidad de salud mental. En ocasiones, la falta de información hace que tomemos malas decisiones, cómo por ejemplo, no pedir ayuda a profesionales.

    Para concluir, creo que se debería de hacer más hincapié en la formación de los profesionales sanitarios para, de esta forma, acabar con la discriminación hacia estos pacientes. Además, animar a las enfermeras interesadas en el tema a realizar la especialidad de salud mental, que no solo es útil a nivel profesional, sino que también es necesaria a nivel personal.

    Grupo A3.1

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  4. Queríamos darles la enhorabuena a nuestras compañeras por la idea de aprovechar el blog para hacer una entrevista. Es totalmente cierto que la Salud Mental infunde respeto e incluso algo de rechazo a la hora de considerarla como especialización, de forma que con esta entrevista seguro que algunos de nosotros nos replanteemos incluirla como opción en nuestro futuro profesional; siendo una especialidad muy necesaria en nuestra práctica clínica y que muchas veces queda infravalorada y olvidada, incluso por nosotros mismos.

    Respecto a la estigmatización de las enfermedades mentales tenemos en mente que; como profesionales que hemos estudiado más “a fondo”, por decirlo así, estas enfermedades más el hincapié que se hace durante la carrera universitaria a la empatía y compasión al paciente, observamos a otros profesionales y seguramente nosotros mismos nos encontremos ante una situación en la que encontremos a algún paciente que, por su perfil clínico (incluso sin necesariamente tener un trastorno) nos cause rechazo. Bien porque “grita mucho”, “solicita mucho” o creemos que, por ser enfermo mental es sinónimo de una persona violenta, que va a intentar agredirnos, y como ha dicho Laura en la entrevista no siempre es así, ya que cada persona es diferente; y que debemos ver desde otro punto ciertas conductas que nos molestan, porque muchas veces nos están indicando que el paciente está pasando un mal rato, no uno mismo por escucharle.

    En cuanto a las competencias más importantes que debería tener un especialista en salud mental, Laura ha considerado la paciencia, los dotes en comunicación no verbal y el trabajo en equipo, ya que estos son esenciales para prestar una atención de calidad, de lo cual no podríamos estar más de acuerdo. Es muy importante que los pacientes se sientan escuchados y comprendidos, además de mostrarles una adecuada comunicación no verbal, la cual puede cambiar la perspectiva de nuestro paciente sin que nosotros nos demos ni siquiera cuenta. Un trabajo en equipo coordinado es fundamental para proporcionarle a los pacientes los mejores cuidados en relación con su salud mental.

    B.1.1.

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  5. Esta entrevista da voz a una especialidad de la enfermería que la tenemos presente pero no conocemos de forma clara las puertas que te abre y las funciones que se desempeñan.

    Cuando empecé a leer la entrada no sabía qué preguntarían mis compañeros y he de decir que me han parecido muy interesantes las cuestiones que se han tratado y que de esta manera tan cercana podemos saber si combina con nosotros aportar nuestro granito de arena o no en esta especialidad.

    Me ha llamado la atención y me parece de admirar la capacidad que presenta Laura de separar su vida personal de su vida profesional, es una cuestión muy complicada. Bajo mi percepción, considero que el área de la salud mental lleva consigo una carga emocional y un choque de realidad muy intenso y es complicado no llevártelo luego a casa. Pienso que se debe trabajar mucho esta cualidad y requiere de gran esfuerzo emocional. De esta manera, el profesional sanitario se cuida y puede realizar mejor su trabajo, así como mantener su bienestar mental.

    Asimismo, opino que todos los profesionales sanitarios deberían recibir una formación especial relacionada con las aptitudes que menciona Laura que debería tener cualquier enfermero/a de salud mental. La técnica enfermera no está sola en el día a día, sino que va ligada de acompañamiento y técnicas de apoyo moral y emocional que son más invisibles y menos trabajadas, pero igual de fundamentales.

    Cuidar la salud mental y acceder a ella tanto como profesional como usuario muchas veces es complicado por pura ignorancia. Por todo esto, me parece muy útil recibir información de manera tan amena mediante la entrevista.

    CLAUDIA RAMOS CANO A2.1

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