Las Redes Sociales y la Salud Mental de los Jóvenes
Día a día nos invaden múltiples noticias como:
➔ “La presión que ejercen las redes sociales en relación con los suicidios de jóvenes es muy negativa, hace falta educación” (Navarro Castelló, 2021).
➔ “Redes sociales y salud mental: un equilibrio difícil'' (Fernández Candial, 2021).
➔ “Los adolescentes tienen móvil desde los 11 años y uno de cada tres está enganchado a Internet” (RTVE, 2021).
Estas noticias cada día salen en periódicos, televisión y todo tipo de medios de comunicación, pero realmente ¿cómo afectan las redes sociales a los jóvenes?.
Desde hace varios años hacemos un gran uso de las redes sociales, que fueron creadas con el único fin de provocar un entretenimiento en nuestras vidas. Sin embargo, esto junto con la necesidad empresarial de conseguir dinero no sólo ha conseguido provocar un entretenimiento, sino llegar a extremos patológicos (Orlowski, 2020).
Es importante comprender por qué las redes sociales son tan importantes para los jóvenes, y esto se ha estudiado mediante un modelo multidimensional del uso de las redes intentando proporcionar un marco útil a los investigadores y profesionales que estudien este tema en un futuro (Yang et al., 2021).
El modelo representa las actividades que realizan los jóvenes en las redes, los motivos para el uso de las mismas y con quién se conectan a través de ellas. Todo esto se relaciona con el bienestar psicológico, que se define como un estado caracterizado por la presencia de indicadores positivos y/o ausencia de indicadores negativos, además de abarcar los dominios personales, emocionales, sociales y cognitivos (Yang et al., 2021).
El 95% de los adolescentes de 13 a 17 años tiene smartphone, lo que aumenta en jóvenes en un 96%. De los adolescentes el 85% utiliza redes sociales y de los jóvenes el 90% (Yang et al., 2021).
La adicción a las redes sociales constituye el 5% de la población joven entre los 16 y 24 años. Existen estudios que aseguran que estas poseen una capacidad de adicción mayor que la del tabaco o el propio alcohol.
Como todo lo que hacemos, el uso (y abuso) de las redes sociales provocan un efecto en nosotros, tanto negativos como positivos. Entre los efectos potencialmente negativos encontramos ansiedad, depresión, cansancio, problemas con la imagen personal (baja autoestima, inseguridad), cyberbullying, etc. Los datos apuntan a que 4 de cada 5 pacientes jóvenes que padecen trastorno de ansiedad y usaron las redes sociales sintieron que su ansiedad empeoró con ellas. El hecho de estar suscrito a varias redes sociales, junto a un gran uso de estas, también se relaciona con síntomas de ansiedad. Cada día, la evidencia que demuestra la vinculación entre la depresión en jóvenes y el abuso de las redes sociales es mayor. También se ha comprobado que las jóvenes usuarias aumentan considerablemente su preocupación por su físico tras visitar las redes sociales. Esto provoca un aumento en sus ganas de modificar estructuras y/o colores de su cuerpo, pelo, piel, etc. mediante medicina estética o cirugías plásticas. Tienden en exceso a la comparación e idealización de los cuerpos esbeltos que se presumen en redes. Por otro lado, entre los efectos potencialmente positivos que nos regalan las redes sociales nos encontramos con esa libertad del usuario de crecer en comunidad con un elevado número de personas, además de encontrar “quiénes son y cómo quieren ser” a través de su identificación y expresión propia. Asimismo, pueden encontrar mucho apoyo emocional en ellas a través de foros de miembros que compartan aficiones, problemas, etc. (Royal Society for public health, 2020).
Por otra parte, existe relación directa entre los síntomas depresivos y la adicción a redes sociales, ya sea para cubrir la baja autoestima o para compensar la falta de habilidades sociales y el aislamiento social (Padilla Romero & Ortega Blas, 2017). Las mujeres adolescentes tienden más a la depresión a la par que suelen hacer un uso distinto de las redes sociales, asociándose con asumir conductas de riesgo, como las relaciones sexuales de riesgo o conductas violentas (Ivie et al., 2020).
De otro modo, en cuanto a la opinión de los jóvenes y adolescentes sobre el tema, 7 de cada diez aseguran que las redes sociales exacerban su sentimiento de ansiedad debido a los cánones de belleza irreales que ciertas plataformas proyectan (Dagar & Falcone, 2020; Royal Society for Public Health, 2017).
Una de las plataformas más utilizadas para la visualización de vídeos online es youtube. Teniendo en cuenta esto, Dagar y Falcone (2020) concluyeron que el 80% de los videos en youtube acerca del suicidio dirigidos a los adolescentes tenía como objetivo la educación y la prevención del mismo. Lo cual es un resultado alentador.
Según una serie de entrevistas realizadas por la Royal Society for Public Health de Gran Bretaña, en las que se habla sobre las redes sociales y su impacto en la salud mental, en cuanto a los aspectos positivos de las redes sociales, la mayoría coinciden en que mejora el contacto con amigos, se divierten y es una fuente de creatividad, pero a la pregunta sobre si las redes sociales pueden llegar a afectar nuestra salud mental, el pensamiento generalizado es que sí, todos concuerdan en que a través de las redes se intenta aparentar una vida que no tienes lo que hace que muchos jóvenes vean esos perfiles y se sientan mal con ellos mismos al no poder hacer los mismos viajes o no tener el mismo cuerpo que en la mayoría de ocasiones están photoshopeando. Una de las cosas más llamativas es cuando les piden que hagan un ranking de las mejores y peores redes sociales y cuál es la más dañina, y el sentimiento es unánime e instagram se lleva la peor puntuación, y la más valorada en este caso es youtube, porque a parte de divertir es una fuente de trabajo y de creatividad. Sin embargo, es necesario seguir investigando acerca del peligro de las redes sociales para los adolescentes (Dagar y Falcone, 2020; Royal Society for Public Health, 2017).
Autores:
- Laura Maldonado Pascual
- Nicolás Montesinos Porras
- María Moreno López
- José Manuel Navarro Gallego
- Fabián Andrés Otero Victoria
- María Parrado Molina
- Ángela Carmen Pellejero Lozano
- Dagar, A., & Falcone, T. (2020). High Viewership of Videos About Teenage Suicide on YouTube. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 59(1), 1–3.e1. https://doi.org/10.1016/j.jaac.2019.10.012.
- Ivie, E. J., Pettitt, A., Moses, L. J., & Allen, N. B. (2020). A meta-analysis of the association between adolescent social media use and depressive symptoms. Journal of Affective Disorders, 275, 165-174. https://doi.org/10.1016/j.jad.2020.06.014
- Navarro Castelló, C. (26 de Septiembre de 2021). La presión que ejercen las redes sociales en relación con los suicidios de jóvenes es muy negativa, hace falta educación. ElDiario.es. https://www.eldiario.es/comunitat-valenciana/maria-quesada-presion-ejercen-redes-sociales-relacion-suicidios-jovenes-negativa-falta-educacion_1_8334346.html
- Orlowski, J. (2020). El dilema de las redes [TV series]. Netflix. https://www.netflix.com
- Padilla Romero, C. y Ortega Blas, J. (2017). Adicción a las redes sociales y sintomatología depresiva en universitarios. Casus, 2(1), 47-53 https://doi.org/10.35626/casus.1.2017.31
- RTVE. (16 de Noviembre de 2021). Los adolescentes tienen móvil desde los 11 años, y uno de cada tres está enganchado a internet. https://www.rtve.es/noticias/20211116/tercio-adolescentes-enganchado-internet/2225409.shtml
- Royal Society for public health. (21 de Octubre de 2020). Social media and young people's mental health and wellbeing. http://www.infocoponline.es/pdf/SOCIALMEDIA-MENTALHEALTH.pdf
- Royal Society for Public Health (2017). Status of Mind [vídeo]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=8zSt6LrLPc8&t=28s
- Yang, C., Holden, S.M., & Ariati, J. (24 de Junio, 2021). Social Media and Psychological Well-being Among Youth: The multidimensional Model of Social
Media Use. Clinical child and family psychology review, 24(3), 631-650. https://doi.org/10.1007/s10567-021-00359-z
Estoy de acuerdo, actualmente las redes sociales nos aportan muchísimo, sobre todo para comunicarnos con los demás y a la vez entretenernos de forma más sencilla, pero en estos últimos años su uso excesivo ha demostrado que puede ser perjudicial para la salud y fundamentalmente para los adolescentes. El uso de estas redes en jóvenes debería de ser controlada por los padres y hacer hincapié en un menor uso, ya que en esta etapa de la vida se están formando las personalidades y son muy influyentes por la gente que les rodea. Como el texto dice, uno de los principales temas que les preocupan es el físico, aumentando las operaciones estéticas. Sin embargo, no son conscientes de que la mayoría de los aspectos que se ven en las redes sociales son irreales y que además siguen un patrón que cambia a lo largo de los años. Por lo que pienso que no existe un modelo ideal, lo bonito es lo distinta que es cada persona con sus propias características. Vivimos en una sociedad en la que somos juzgados por las apariencias ya no solo por el físico, sino también con la moda, los complementos, los viajes, la riqueza, etc. Y todo esto con el fin de agradar a los demás, de ser aceptados y alcanzar el éxito. Me parece que se está formando una sociedad de jóvenes muy triste, en la que admiran más las cosas materiales y estéticas, dejando a un lado valores que realmente valen la pena, como la familia, la amistad, el amor y sobre todo la salud mental para el bienestar.
ResponderEliminarEl excesivo uso de redes hace que los jóvenes se comuniquen más por escrito y como consecuencia pierdan habilidades sociales, como el lenguaje corporal, las expresiones faciales, comunicarse, expresarse o incluso no saber resolver problemas cuando están reunidos en colegios, institutos o en otros lugares. Por no hablar de lo peligroso que puede ser hablar detrás de una pantalla sin saber quién está realmente hablando y con qué intenciones lo hace.
En general las redes sociales son buenas si se usan con modelación y si no nos dejamos influir por los demás, porque permite conocer personas con rapidez y a la vez aporta entretenimiento. Sería bueno desconectarse de vez en cuando de ellas, ya que puede aparecer enfermedades mentales como se mencionan en este artículo, entre ellas depresión, ansiedad y suicidio por no alcanzar un modelo social.
Grupo B2-2
Se puede afirmar que las redes sociales están diseñadas estratégicamente para crear la adicción de quien las utiliza, estas proporcionan al individuo la misma sensación de placer que se puede percibir a través del dinero, sexo, comida y cocaína. Esto se debe a que la interacción social con otros usuarios a través de likes o comentarios, activa la dopamina, comúnmente conocida como la hormona de la felicidad.
ResponderEliminarLos trastornos depresivos, como afirma este post, se han visto incrementados enormemente en relación a la vida que observan en otros y que desearían tener o añoran. Es común que los usuarios de estas redes hagan una ostentación poco realista de sus “logros” económicos, lúdicos, sociales y estéticos, lo que provoca un efecto hiriente sobre el resto de usuarios que carecen de ello. Además, la depresión incita el uso de Internet, con el fin de favorecer la interacción con las demás personas mediante redes sociales.
Nuestra autoestima y estabilidad emocional se ven amenazadas por los comentarios y las reacciones del resto de usuarios. El hecho de que no haya interacción virtual (o no la que esperamos, ya sea en cuanto al número de “me gusta” o de comentarios) nos inunda la mente y nos llega a producir sentimientos de rechazo. Tanto el tipo como el número de interacciones funcionan como una estimación que resultaría proporcional a la valía, llegando a generar una depende de de esos esfuerzos sociales que son positivos. Los “haters” y/o los comentarios negativos nos pueden generar malestar minando nuestra autoestima.
"Instagram", como bien dice, actúa como un catalizador sobre nuestras inseguridades, insatisfacciones acerca de nuestro cuerpo, nuestros defectos, el exceso de preocupación acerca de nuestra apariencia, y sobre todo acerca de la insatisfacción del peso entre adolescentes y mujeres jóvenes, por ello es normal que se lleve la peor puntuación en el ranking.
En la actualidad, ha surgido un lema digno de analizar, el cual dice lo siguiente: “Las redes sociales nos hacen menos sociales”. Cabe añadir que la ansiedad social es un tipo común de trastorno de ansiedad caracterizado por síntomas que implican miedo o ansiedad a algunas o todas las situaciones sociales. Por lo que podemos deducir que el uso de las redes sociales, puede en algunos casos, ayudar a mejorar dicha fobia favoreciendo un primer contacto mediante RRSS que posteriormente se traduzca en una mejor interacción social física, o por el contrario, empeorar su situación, haciendo que estas personas sean aún más anti-sociales.
Muchos individuos utilizan el móvil justo antes de irse a dormir para ayudarles a conciliar el sueño, cuando la realidad es, que solo están dificultando el transcurso normal y saludable de su descanso.
Son frecuentes los casos de "influencers" que aparecen en los medios de comunicación cayendo derrotados por la presión mediática.
Son muchos los jóvenes que intentan buscar consuelo en la misma aplicación y que ante su desesperación encuentran gente que padece los mismo problemas que ellos, y cuyo afrontamiento ante el problema es una solución auto-destructiva.
"Instagram" puede estar actuando como un efecto amplificador a los conflictos propios y problemas psicológicos propios de esas edades.
También existe una relación entre la gravedad de patología mental y el número de horas de uso(incluyendo el comportamiento auto-lesivo y suicida).
Como conclusión, las redes sociales son un arma de doble filo. Bien es verdad que pueden tener una finalidad lúdica y de entretenimiento, pero para un alto porcentaje de la población puede llegar a originar problemas de salud mental o incluso ser un agravante de los ya existentes. Es por ello que debemos saber establecer unos límites y hacer un uso responsable e inteligente de ellas, pues en vez de controlar las redes sociales acabarán ellas controlándonos a nosotros.
También es importante hacer hincapié en la educación en el uso de las tecnologías, puesto que se empiezan a usar cada vez a edades más tempranas.
Grupo B3-2
Me parece muy interesante esto último que comentas. ¿Cómo creéis que se podría educar en este sentido? ¿Qué tipo de estrategias se os ocurren?
EliminarPaula Romero Andrades, grupo A2.1
ResponderEliminarHoy en día está muy normalizado el uso de las redes sociales y con ello la ocupación de gran parte de nuestro día a día con el móvil en la mano. Este hecho que está tan extendido, tan generalizado, hace que no le demos la importancia que en realidad se merece. Desde el boom de las tecnologías ( smartphones) y el desarrollo de aplicaciones móviles con interés social, se ha creado la necesidad de estar conectado constantemente a lo que pasa en el mundo, y ya no de una forma sana, como medio de información e interés cultural; sino estando pendiente de la vida de cientos de personas ajenas a tu círculo de amigos. Por desgracia, esta situación afecta de manera más directa a los jóvenes, ya que son los que han vivido el surgimiento de estas redes sociales.
He de decir que, desde mi punto de vista, las redes sociales han aportado muchas cosas positivas a los jóvenes, como mayor libertad de expresión, amor por uno mismo y la búsqueda de tu propia personalidad sin tener por qué encajar en los cánones. Además, es una fuente de entretenimiento y comunicación para personas que necesitan ayuda, grupos de apoyo, etc.
Si bien es cierto, que haciendo un buen uso de las redes se lograrían las connotaciones positivas nombradas anteriormente, y sería una fuente de ayuda en nuestro día a día. Sin embargo, el mal uso de éstas, junto con el uso a edades tempranas sin control de los padres, hace que a largo plazo se desarrollen experiencias negativas.
En este caso, los jóvenes comparan su vida con la de otras personas que en redes sociales parecen tener una vida ideal, además de crear expectativas sobre un físico muchas veces irreal y por tanto imposible de alcanzar. Esto crea una gran frustración en los jóvenes, haciendo que aumenten los casos de depresión, por el hecho de compararse, además de ansiedad por no llegar a esos objetivos que nos imponen las redes.
Dentro de aquí podríamos diferenciar distintas redes y por tanto distintos usos que tienen. Yo siendo joven, podría clasificar algunas de ellas como un escape para los jóvenes, en las que se desahogan y cuentan sus problemas cotidianos y su vida real; y por otro lado aquellas redes en las que todos compiten por tener la mejor vida, la más feliz y divertida. Estas son en las que deberíamos centrarnos, dejar de aparentar para sentirse mejor, y buscar la manera de que estas situaciones no afecten a la salud mental.
Por otro lado, yo destacaría el gran peso de los “influencers” sobre los jóvenes hoy en día. Estas personas proyectan su vida diaria reflejando una rutina que muchas personas no pueden alcanzar, y que por ello se creen inferiores, creando estas inseguridades en ellos mismos. Pienso que estas personas aportan cosas positivas como experiencias personales, consejos y demás, pero que como bien dice la palabra, son una gran influencia y pueden hacer que personas vulnerables desarrollen problemas de autoestima e inseguridad.
Para concluir, me gustaría destacar la importancia de las redes sociales y su influencia en la salud mental de los jóvenes, como un problema a nivel mundial y que nos atañe a todos. Por ello, veo de gran importancia hacer hincapié en un uso sano de las redes, y en el tratamiento de los diversos trastornos que se puedan derivar de su uso.
No hay duda de que las redes sociales suponen grandes ventajas en la sociedad en la que vivimos y que han cobrado un mayor protagonismo en estos dos últimos años. Gracias a ellas podemos estar en contacto de forma constante con todas aquellas personas que la pandemia nos ha quitado de golpe ya que de la noche a la mañana tuvimos que encerrarnos en casa y luego gran parte de la población ha desarrollado cierta fobia a ver a sus seres queridos en persona. Pero como en todo, hay otra cara de la moneda en este aspecto. Cada vez leemos y escuchamos más noticias que nos alertan de forma constante del problema que se está produciendo debido a la exigencia que llegan a suponer las redes sociales.
ResponderEliminarSi ponemos en el buscador de Google la palabra depresión y jóvenes encontramos durante las últimas 24 horas titulares como:
-Más de un 11% de los jóvenes que sufren adicción a las redes sociales derivan en una depresión.
Desde mi punto de vista, estar activo en las redes sociales te genera sensación de estar en contacto con la gente de tu alrededor mediante una muestra constante de tu día a día que en múltiples ocasiones no son una verdadera realidad generando un problema de adicción y ansiedad por estar mostrando continuamente un "yo" que no es del todo cierto, o al menos una parte de ello. Además, esto conlleva que en muchas ocasiones al mostrar una cara que no es del todo cierta, las personas de nuestro alrededor nos exijan más de lo que podemos ofrecerles o una atención constante que nos interfiere en nuestra salud mental.
En conclusión, las redes sociales han aportado mucho en nuestra vida y han supuesto una gran ventaja pero, deberíamos estar más pendientes de las personas más vulnerables de tener un sobreuso y de sufrir algún trastorno de salud mental en consecuencia de su uso como son los jóvenes.
Isabel Andrade Romero Grupo B1.1a
El blog de nuestros compañeros aborda de manera clara y completa el impacto que tienen las redes sociales en la salud mental de los jóvenes. Además, han sido capaces de presentar un enfoque equilibrado en el cual nos detallan tanto aspectos positivos como negativos que tienen estas plataformas en los adolescentes.
ResponderEliminarUn factor positivo a tener en cuenta ha sido el enfoque de género al mencionar que las mujeres adolescentes tienden más a la depresión. También nos aportan estadísticas actualizadas de los últimos estudios. Estos números nos ayudan a reforzar la urgencia del tema que se trata; así pues, nos hace reflexionar sobre la necesidad de buscar soluciones ante este problema. No obstante, estas soluciones o medidas preventivas no son mencionadas en el blog.
La necesidad de tener que compartir todos los momentos positivos de nuestra vida crea una percepción de perfección que puede generar sesgos. Al fin y al cabo, las redes no muestran la realidad en la que vivimos. Si a todo esto le sumamos que la persona que está detrás de la pantalla viendo todas estas imágenes "perfectas" está pasando por un momento de baja autoestima, puede derivar en problemas de salud mental.
Para finalizar, nos gustaría destacar el análisis exhaustivo que nos proporciona el texto. Como futuros enfermeros, es labor nuestra, junto con otros profesionales, poner medidas frente a este problema; de lo contrario, seguirá yendo en aumento.
El texto ofrece una visión completa y matizada sobre cómo las redes sociales afectan la salud mental de los jóvenes. Destaca la transformación de estas plataformas desde un propósito inicial de entretenimiento hacia extremos patológicos, evidenciando la complejidad de su impacto. La introducción de un modelo multidimensional proporciona un marco analítico para comprender las diversas dimensiones de la interacción de los jóvenes con las redes sociales y su conexión con el bienestar psicológico.
ResponderEliminarSe subraya la ubicuidad del uso de smartphones y redes sociales entre adolescentes y jóvenes, resaltando la magnitud de esta influencia en la vida cotidiana. La discusión sobre la adicción a las redes sociales explora tanto los efectos negativos, como la ansiedad y la depresión, como los aspectos positivos, como la construcción de comunidades y el apoyo emocional.
La atención a la relación entre síntomas depresivos, adicción y género amplía la comprensión de cómo diferentes grupos pueden experimentar y gestionar los impactos de manera única. La percepción de los jóvenes sobre los estándares de belleza irreales destaca cómo estas plataformas pueden contribuir a problemas de imagen corporal.
La referencia al contenido sobre suicidio en YouTube, con un enfoque educativo y preventivo, agrega un matiz de esperanza al panorama general. Las entrevistas proporcionan opiniones directas de los jóvenes, revelando una perspectiva mixta, donde Instagram se percibe como perjudicial y YouTube como positiva.
En resumen, el texto ofrece una panorámica informada y equilibrada sobre el impacto de las redes sociales en la salud mental juvenil, reconociendo tanto los aspectos positivos como los desafíos, y resaltando la necesidad continua de investigación en este campo.