Experiencia en asistencia y cuidado a la persona con diagnóstico de esquizofrenia

 

Como estudiantes de Enfermería que no han rotado por un servicio de Salud Mental, nos pareció interesante conocer la experiencia personal de alguien que hubiera atendido a personas en ese ámbito. Es por ello por lo que, para tratar nuestro tema de trabajo, haremos uso principal de un relato experiencial: 

“Un día de verano, mientras realizaba mi voluntariado en el Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga, conocí a un chico joven de 19 años, del cual me llamaba la atención su historia. Tras tratarlo varias veces en el centro, empecé a entender sus inquietudes y su pasado, pues fue abusado tanto física como sexualmente por su padre y tuvo una infancia bastante difícil. Como consecuencia de esos traumas empezó a tener trastornos psicológicos graves. Ya desde pequeño con 8 años intentó realizar varios suicidios. Con el paso del tiempo no mejoraba, empezó a escuchar voces que le impulsaron a hacerse daño a él mismo, así fue, que a los 15 años fue diagnosticado de esquizofrenia. Más tarde, una vez ingresado ya en el centro, intentó suicidarse de nuevo, a pesar de haber iniciado un tratamiento. Finalmente, el chico se dio cuenta de que siempre había sentido ser una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre, pero no podía mostrarlo por sus problemas familiares, y por ello empezó su proceso de transformación sexual. Hoy en día, la chica se siente mucho mejor, al haberse liberado de su pasado, sus miedos y de haberlos podido controlar, bajo tratamiento, ese “monstruo” tan grande que ella denomina Esquizofrenia.” 



El caso de esta persona aborda ciertos temas que hemos considerado de gran interés para tratar en este artículo, como son las posibles experiencias traumáticas en la infancia, suicidio, vida social, etc. 

Además, nos ha parecido relevante aportar medidas o programas de cuidado que se recomiendan para abordar de la mejor manera el trato con personas que padecen este tipo de trastornos mentales, de manera que sirvan de guía o ayuda a los profesionales que trabajan en este ámbito. 


EXPERIENCIAS TRAUMÁTICAS EN LA INFANCIA 

Las experiencias traumáticas sufridas durante la infancia pueden desencadenar la aparición de enfermedades mentales tales como la esquizofrenia, comprometiendo así la salud mental de las personas que experimentan este tipo de situaciones (Seitén-Suero et al, ,2020).

La exposición temprana a un factor ambiental y la vivencia de situaciones estresantes a lo largo de la vida, contribuyen en gran medida al desarrollo de enfermedades mentales (Seitén-Suero et al, ,2020)


Esto mismo lo podemos observar en el caso del que hemos hablado con anterioridad, donde las experiencias traumáticas que sufrió esta persona en su vida temprana actuaron como factor ambiental de importancia, alterando su salud mental. 

Esto lo podemos traducir en que existe una asociación positiva entre la exposición al trauma y la posibilidad de desarrollar una enfermedad mental o psicosis, ya que, aquellas personas que lo viven son entre 5,2 y 7,3 veces más propensas a sufrir este tipo de trastornos con respecto a aquellas que no experimentan experiencias traumáticas (Seitén-Suero et al, ,2020).  


SUICIDIO 

El suicidio está muy relacionado con la esquizofrenia. Según Sher et al. (2019) más del 90% de las víctimas del suicidio padecen un trastorno mental, y, a su vez, la tasa de intentos de suicidio en personas que sufren de esquizofrenia es muy alta, encontrándose entre el 18 y 55%.

Con respecto al punto anterior, que trataba las experiencias traumáticas en edades tempranas, también se puede relacionar el suicidio, ya que esta etapa supone un momento de mayor vulnerabilidad a los trastornos mentales, incluyendo los psicóticos. Tanto es así, que el número de acontecimientos negativos vitales que se experimentan tienen una relación estrecha con los pensamientos y/o comportamientos suicidas que afectan a los jóvenes (Serafini et al, 2015).




Debemos ser conscientes de la importancia que tiene el suicidio en personas que sufren este tipo de trastornos mentales, ya que es uno de los factores de más peso en la disminución de la esperanza de vida en personas con esquizofrenia (Sher et al, 2019).

Es vital saber reconocer los factores de riesgo de suicidio en estas personas, con el objetivo de mejorar su tratamiento y cuidado y de prevenir estas situaciones para disminuir la incidencia de suicidio. Para la prevención, debe establecerse un plan multidisciplinar entre los profesionales que traten a estas personas, de tal manera que se asegure tanto el cumplimiento del tratamiento para los síntomas psicóticos, como el uso de técnicas no farmacológicas para reducir las conductas suicidas (terapias de apoyo, sesiones individuales, terapia cognitiva, etc.). 


VIDA SOCIAL 

La esquizofrenia es un trastorno contribuyente al deterioro psicosocial de las aquellas personas que lo padecen. Esta enfermedad trae consigo posibles déficits en varios ámbitos de la salud: cognitivo, perceptual, motor y emocional. Estas afectaciones pueden llevar al aislamiento social de los individuos con esquizofrenia, puesto que son personas que o bien debido al estigma o a la propia sintomatología de la enfermedad, evitan el contacto con otras personas (Dziwota et al, 2018).


El rol de la familia también es crucial para el desarrollo y mantenimiento del aspecto psico-social en las personas con esquizofrenia, pues para poder desempeñar un rol en la sociedad estos individuos necesitan la provisión de un sentimiento de seguridad, tolerancia y aceptación. De esta manera, un entorno familiar favorable va a ser un factor determinante en la calidad y el desarrollo de la vida social de estas personas (Dziwota et al, 2018). 

A pesar de tener menos contactos sociales, los individuos con psicosis son consumidores habituales de las redes sociales (Bjornestad et al, 2019). Internet se ha convertido en la principal fuente de información y un medio para la creación de campañas de desestigmatización de los trastornos mentales. Los adultos con esquizofrenia tienden a crear relaciones sociales a través de las redes en igual medida que los adultos sin enfermedades mentales, a pesar de tener menos relaciones en la vida “offline” . Esto puede contribuir al desarrollo social positivo del individuo, aportando seguridad, confianza y aumentando el autoestima. No obstante, también pueden afectar de manera negativa, creando adicción a las redes, comparación social negativa, acoso y exclusión de contactos en la vida real (Bjornestad et al, 2019). 


CUIDADO A PERSONAS CON ESQUIZOFRENIA 

Una de las inquietudes que nos pueden surgir como profesionales a la hora de tratar a personas con este tipo de trastornos es cómo hacerlo. Unos de los pilares más importantes para el tratamiento de la esquizofrenia son los medicamentos, pero la evidencia sugiere que otros tratamientos no basados en fármacos como las intervenciones psicosociales son igual de importantes para tratar a estas personas (Roland, 2021). 

Los principales medicamentos que se utilizan son los antipsicóticos para tratar sobre todo los delirios y alucinaciones (Roland, 2021). Últimamente se utilizan fármacos nuevos como la clozapina para los que no respondan al tratamiento anterior o tengan riesgo de suicida. 

Respecto a los tratamientos psicosociales, consisten en cambiar respuestas de comportamiento así como respuestas emocionales según en la situación que se encuentren. Es decir, se ayuda a estas personas a saber qué pensamientos no son realistas, para así poder controlarlos. Cabe destacar que en estas terapias es muy importante que haya una interacción familiar y grupal. Estas intervenciones son muy recomendadas por la “Sociedad Psicología Clínica” (Roland, 2021) para que las personas con esquizofrenia puedan tener un bienestar y una mejor calidad de vida. 

Por otro lado, actualmente se está estudiando que la práctica de ciertos ejercicios como el yoga u otras actividades de tipo aeróbico, pueden mejorar la cognición social de estas personas (Roland, 2021). 

Otros de los avances en el tratamiento son, por ejemplo, la ketamina, un fármaco que produce una estimulación eléctrica transcraneal o el formato parche transdérmico o inyectable para la administración de antipsicóticos para aquellas personas que no puedan consumirlos de forma oral (Roland, 2021). 

Ante todo, hay que destacar que la esquizofrenia es una enfermedad que necesita un tratamiento de por vida que no se puede dejarse una vez hayan mejorado los síntomas. Hoy en día, todavía nos cuesta asimilar que las enfermedades mentales pueden ser crónicas al igual que otras enfermedad fisiopatológicas, como por ejemplo la diabetes. En un futuro la sociedad debería de concienciarse de que las enfermedades mentales son otro tipo de enfermedades más como las físicas y mostrarle igual el mismo tipo atención que al resto de ellas (Roland, J., 2021). 


Autores:

- Laura Hurtado Peña

- Mª Sofía Kaparos Serrano

- Pilar Morgado Arias

- Rosa Mª Pinto Aceituno

- Desiree Rueda Gallardo


BIBLIOGRAFÍA 

- Bjornestad J., Hegelstad W., Berg H., Davidson L., Joa I., Johannessen J., Melle I., Stain H., Pallesen S. (2019). Social Media and Social Functioning in Psychosis: A Systematic Review J. Journal of medical Internet research21(6), e13957. https://www.jmir.org/2019/6/e13957 

Dziwota, E., Stepulak, M. Z., Włoszczak-Szubzda, A., & Olajossy, M. (2018). Social functioning and the quality of life of patients diagnosed with schizophrenia. Annals of agricultural and environmental medicine: AAEM, 25(1), 50–55. https://doi.org/10.5604/12321966.1233566  

- Roland, J., (2021). La esquizofrenia, ¿tiene cura? Healthline. https://www.healthline.com/health/es/esquizofrenia-sintomas-cura 

- Serafini G., Muzio C., Piccinini G., Flouri E., Ferrigno G., Pompili M., Girardi P., Amore, M. (2015). Life adversities and suicidal behavior in young individuals: A systematic reviewEuropean child & adolescent psychiatry24(12), 1423-1446. https://doi.org/10.1007/s00787-015-0760-y

- Setién-Suero, E., Suárez-Pinilla, P., Ferro, A., Tabarés-Seisdedos, R., Crespo-Facorro, B., Ayesa-Arriola, R., (2020). Childhood trauma and substance use underlying psychosis: a systematic review. European journal of psychotraumatology11(1), 1748342. https://doi.org/10.1080/20008198.2020.1748342

- Sher, L., & Kahn, R. S. (2019). Suicide in Schizophrenia: An Educational Overview. Medicina (Kaunas, Lithuania), 55(7), 361. https://doi.org/10.3390/medicina55070361 


Comentarios

  1. Trabajo interesante pero me llama la atención que justo para hablar del tratamiento de estas personas uséis la información de un blog que además no cita ninguna referencia. Por otro lado deciros que veo varios errores en la entrada. Para empezar la clozapina no es un fármaco nuevo. Y la ketamina no produce estimulación eléctrica, de hecho es un anestésico. Un saludo

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  2. Es curioso como a día de hoy siguen habiendo tantos blogs, artículos, entrevistas, etc. acerca del suicidio y trastornos mentales como la esquizofrenia y, sin embargo, sigue siendo un tema tabú. Nunca creemos que la persona que podemos tener a nuestro lado este pasando por algo así, y menos que haya tenido una experiencia traumática de pequeño, nos sorprendería la gran cantidad de personas que han vivido experiencias como las de este chico.
    Nos ha parecido muy interesante de este artículo que hayáis unido las experiencias traumáticas en la infancia, con el suicido y la esquizofrenia. Aunque siempre sean temas que se traten por separado todos tienen una unión entre sí. Bajo mi punto de vista, la mayor parte de alteraciones en nuestra salud mental parten de una base que proviene de la infancia. Una etapa muy importante que determina gran parte de lo que llegamos a ser en el futuro. Son números casos los de personas que han sufrido malos tratos por parte de familiares y se han convertido en famosos sociópatas, como Ted Bundy.
    Centrándonos en el tema principal de este artículo, la esquizofrenia, nos ha parecido muy interesante que tratéis el tema de las relaciones sociales y la vida de estas personas. Tienden al aislamiento social y a evitar el contacto con los demás, lo que tiende al suicidio al ser mucho más vulnerables.
    En definitiva creemos que es una interesante comparativa, ya que se tiende a hablar de ellas por separado, y al fin y al cabo, esta todo relacionado entre sí.
    Grupo A12

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  3. De esta entrada al blog resulta destacable la relación entre las experiencias traumáticas, sobre todo en la infancia, y el riesgo de padecer esquizofrenia posteriormente. Como estudiantes de enfermería y futuros enfermeros hemos confirmado vuestra información con casos que hemos experimentado en nuestras prácticas clínicas de pacientes esquizofrénicos y, a la vez , hemos reflexionado sobre diversas cuestiones y dudas que nos han ido surgiendo a lo largo de la lectura del artículo.

    Coincidimos los miembros de este grupo en que, al consultar su historia de la salud de los pacientes esquizofrénicos que hemos atendido, nos hemos percatado de que es común en ellos el no haber tenido una vida fácil y que ello los ha conducido a esta patología mental. Por tanto, podríamos decir que, los factores de riesgo más frecuentes, que además se convierten en los desencadenantes de la esquizofrenia, son las experiencias traumáticas. No obstante, hemos reflexionado que, como profesionales de la salud en etapa de formación, debemos de estar bien documentados y empaparnos de información y, sobre todo, no quedarnos con los “clichés” o dar por hecho que la enfermedad se debe a la causa más habitual. Es entonces cuando nos hemos cuestionado la existencia de más tipos de esquizofrenia en relación con las diferentes causas. De esta manera, nos hemos dispuesto a documentarnos sobre ello. La esquizofrenia se puede producir por factores genéticos, factores químicos cerebrales y factores psicosociales y familiares. En definitiva, las experiencias traumáticas entran dentro de una de las miles de posibilidades de factores psicosociales y familiares, lo que nos lleva a pensar que las experiencias traumáticas son un desencadenante muy común pero demasiado concreto. Además, normalmente, se habla de una única esquizofrenia, pero existen los siguientes tipos: esquizofrenia paranoide, esquizofrenia desorganizada o hebefrénica, esquizofrenia catatónica, esquizofrenia indiferenciada y esquizofrenia residual. Cada una de ella conlleva una sintomatología diferente, pero todas se reducen a alteración de la percepción de la realidad. Esto nos lleva a reflexionar que cada persona es única, que las personas sufren diferentes tipos de esquizofrenia y que por ello cada una lo exteriorizará de forma distinta. Aunque dos personas sufran la misma enfermedad una puede tener paranoias, escuchar voces y en otras no darse ningún tipo de delirios, como ocurre en la esquizofrenia residual con predominio de síntomas negativos. Por lo que podemos desmentir que la esquizofrenia es simplemente “que se le ha ido la olla” a una persona por la vida que ha tenido y delira y escucha voces.

    Por tanto, hemos llegado a la conclusión de que es importante, principalmente para los profesionales sanitarios, concienciarnos en la variabilidad de manifestaciones de una enfermedad de una persona a otra y no ver todos los casos de una enfermedad como la presentación más habitual de la misma. Esto se puede trasladar cualquiera de las patologías que tratemos en nuestro futuro, pero en especial, debemos hacer hincapié en las patologías mentales ya que sufren demasiados estereotipos sociales y somos nosotros los responsables en desmentir y tratarlas como es debido.

    Por otro lado, nos han quedado dudas sobre los cuidados enfermeros en este tipo de pacientes. Más allá del tratamiento pertinente de la enfermedad, en este caso el farmacológico, las terapias psicosociales y los ejercicios aeróbicos como el yoga, nuestra intervención tiene un trascurso con el paciente, ya que somos el ojo clínico de su evolución y su enfermedad. En este trascurso, hablamos con él, observamos sus síntomas y signos… por lo que hemos reflexionado que forma parte de los cuidados e intervenciones que debemos llevar a cabo, conocer qué responder a sus delirios (si tiene), si debemos minimizar sus paranoias o continuarlas, cómo debemos actuar ante un brote psicótico, a qué situaciones de peligro nos podríamos enfrentar y cómo desenvolvernos sin que el panorama nos pille de sorpresa.

    Grupo A.2.1.

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  4. María Ortega Gomez

    Me parece que debemos hacernos más autocrítica y no señalar tanto al resto.

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  5. María Ortega Gómez B1.1

    Me parece interesante este blog por con contar la experiencia de un voluntario, la cual te engancha a seguir leyendo hasta el final. Es cierto que el tema de la esquizofrenia es un tema tabú porque no se habla de ella como cuando se habla de otro problema de la salud cómo puede ser la hipertensión o la diabetes.

    Pensamos que si hablamos o preguntamos a esa persona como se siente le estaremos haciendo daño, pero quizás el daño se lo hacemos realmente cuando hablamos a sus espaldas sin saber realmente ni cómo es su enfermedad. Queda aún mucho para que se consiga la normalidad ante estos temas de salud mental. También existe mucha desinformación, mucha gente cree que una persona con esquizofrenia se va a comportar como si estuviese "loco" pero realmente tomando sus pastillas puede hacer una vida normal como cualquier otra persona.

    Con respecto el suicidio, se habla de que la mayoría de las personas que presentan instinto suicida suelen tener algún trastorno mental. Pienso que muchos que tienen este instinto, puede que no tengan ni depresión ni ningún otro trastorno y que simplemente se vean en una situación de la vida complicada de la que no sepan salir y el suicidio es, a veces, la única opción que ven. Esto puede ser debido al uso abusivo del diagnóstico, cuando quizás lo único que necesita es que alguien le escuche y le ofrezca un poco de ayuda o apoyo.

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  6. En este artículo se comienza relatando la historia real de un joven de 19 años el cual sufrió abuso físico y sexual por parte de su padre. Cuenta cómo vivió en numerosas ocasiones los intentos de suicidio con tan sólo 8 años, fue diagnosticado de esquizofrenia e ingresó en San Juan de Dios. Tras años de tratamiento, comienza a sentir que su identidad sexual no es con la que se define. Este reconocimiento hizo liberarse de su pasado.

    Ya en contexto, las experiencias traumáticas que sufrió el joven durante la infancia favorecieron la aparición del trastorno mental. En la esquizofrenia, diferentes tipos de abusos hacen que la salud mental se deteriore provocando intentos de suicidio como es el caso. En mi opinión, la angustia que genera la situación que vivió el chico supera los límites de la salud de la persona, invalidando los derechos de la persona.
    A todo esto se le suma, que el suicidio se relaciona positivamente con el diagnóstico esquizofrénico. Además, la situación de soledad del paciente contribuyó al aislamiento social, a una baja interacción con el entorno y a evitar el contacto. Probablemente se dio cuenta de su condición o se sintió con seguridad de expresar como se sentía gracias a la oportunidad que hay de expresar libremente su identidad en las redes sociales.

    Para concluir, me gustaría resaltar como los compañeros han comentado como farmacológicamente se trata a estos pacientes y el trato hacia ellos. El papel que adopta la enfermería en este caso se basa en el apoyo psicológico y emocional, así como tener una persona con la que hablar y en la que apoyarse en situaciones tan complicadas como son el suicidio y la soledad.
    Muchas veces lo importante es escuchar los sentimientos para así saber cual es el origen de los trastornos mentales en general.
    Grupo A3.2

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